viernes, 28 de agosto de 2015

Nuestra Santa Madre presente en todas las aulas del Instituto


Nunca es tarde para compartir y aqui les dejamos algunas fotos de la elaboración  de las Virgencitas para las aulas, cartel de la entrada y presentes para el personal del establecimiento. 
Maria Santisima nos cubra a todos con Su santo manto. 









IMÁGENES DONADAS



IMÁGENES: DE LA VIRGEN MILAGROSA  DONADA AL INSTITUTO POR LA MADRE DE UN ALUMNO Y DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS  POR UNA PROFESORA 





CRUCIFIJOS EN LAS AULAS

ESTOS CRUCIFIJOS FUERON COMPRADOS POR EL INSTITUTO PARA CADA UNA DE LAS AULAS YA QUE ERA UNA PREOCUPACIÓN MÍA COMO RECTOR QUE NO HUBIERA UN SIGNO TAN FUERTE Y SIGNIFICATIVO PARA LOS CATÓLICOS.

jueves, 27 de agosto de 2015

Oración por la vida


LA VIDA

 Reflexión de la Beata Madre Teresa de Calcuta 





La vida es una oportunidad, aprovéchala.
La vida es belleza, admírala.
La vida es beatitud, saboréala.
La vida es un sueño, hazlo realidad.

La vida es un reto, afróntalo.
La vida es un juego, juégalo.
La vida es preciosa, cuídala.
La vida es riqueza, consérvala.
La vida es un misterio, descúbrelo.

La vida es promesa, cúmplela.
La vida es amor, gózalo.
La vida es trsiteza, supérala.
La vida es un himno, cántalo.
La vida es una tragedia, domínala.

La vida es aventura, vívela.
La vida es felicidad, merécela.
La vida es es vida, defiéndela.

Los católicos ante el aborto








Teniendo todos distintos tiempos para la lectura y reflexión, sugiero ir deteniendo el video en cada punto, para un mejor aprovechamiento.

 Fuente: "EL ABORTO" 
100 CUESTIONES Y RESPUESTAS SOBRE LA DEFENSA DE LA VIDA HUMANA 
Y LA ACTITUD DE LOS CATÓLICOS
Conferencia Episcopal Española
Comité para la Defensa de la Vida
Madrid, 25 de marzo de 1991

El grito silencioso - Testimonio del Dr Bernard Nathanson


Carta del doctor Bernard Nathanson- "El rey del aborto" from Estrellita Mia


Video sobre el aborto, con imágenes del acto. La explicación corre a cargo del Dr. Bernard.Nathanson, que fue durante años el "Rey del aborto" en Estados Unidos (duración 27').
En 1969 fundó, junto con otras personas, la "Asociación Nacional para la Revocación de las Leyes contra el Aborto", más tarde llamada "Liga Nacional para la Acción por el Derecho al Aborto". Fue director del "Centro de Salud Reproductiva y Sexual" de Nueva York, que era entonces la mayor clínica abortista del mundo. Al final de los 70 renegó de su militancia en pro del aborto y llegó a ser un gran abogado de la causa pro-vida: "Aquello" que había abortado miles de veces (según sus propios cálculos, Nathanson ha estado implicado directa o indirectamente en unos 75.000 abortos) era en realidad un ser humano desde el instante de la concepción.



El valor sagrado de la vida humana










La vida humana es sagrada por su origen, sagrada por naturaleza, sagrada por su fin y sentido divinos, y por ello no hay vida humana inútil

"Homo sacra res homini", el hombre es cosa sagrada para el hombre, escribió Séneca. «El embrión humano es algo divino, en tanto que es un hombre en potencia», escribió Aristóteles. Ambos pensadores son ajenos a la cultura judeo-cristiana; con todo, intuyeron que, aun con las limitaciones y miserias que acompañan la existencia en este mundo, la vida humana encierra un valor inconmensurable, prácticamente divino, desde su comienzo hasta su natural término. Sin embargo, será necesaria la revelación cristiana para hallar el fundamento claro y sólido de tal aserto. La sacralidad de la vida humana hace acto de presencia al menos por tres razones: la razón del origen, de la naturaleza y del destino.

SAGRADA POR SU ORIGEN

En la primera página del Génesis, bajo un ropaje en apariencia ingenuo y mítico, se narran acontecimientos históricos: la creación del universo y del hombre. Dios modela una porción de arcilla -semejando en su quehacer al alfarero-, sopla y le infunde un aliento de vida, el espíritu inmortal. La materia se anima de un modo nuevo, superior: nace la primera criatura humana, a imagen y semejanza del Creador. El hombre no es cabalmente un producto de la materia, aunque la materia sea uno de sus componentes; goza de alma espiritual, irreductible a lo corpóreo. Las almas son creadas directamente por Dios, sin intermediarios. Por esto cabe decir con todo rigor que cada vida humana es sagrada, pues desde su comienzo compromete la acción del Creador.

Dios es origen primero de cuanto existe. Pero ha otorgado también a sus criaturas capacidad y poder de hacer y propagar el bien, siendo origen causal unas de otras, por generación o composición. Con todo, el origen de cada persona humana es muy singular, pues aunque en su génesis intervienen los padres, poniendo la base material, biológica, a la vez Dios interviene produciendo de la nada el alma espiritual y la infunde en el minúsculo cuerpo engendrado por los padres. La espiritualidad del alma distingue esencialmente al hombre de las demás criaturas de este mundo, hace que el cuerpo humano no sea como los demás cuerpos, sino un cuerpo personal, con características específicas muy netas, apto para ser convertido por la gracia santificante en templo del Espíritu Santo. Pero ya desde el momento de la concepción, el alma rige todo el desarrollo del embrión y, salvo accidentes o atentados, lo llevará a la relativa perfección que cabe alcanzar en la tierra.

El hombre engendra y, simultáneamente, Dios crea; de tal modo que, en la generación, es muchísimo mayor la obra de Dios que la obra del hombre. Dice San Agustín que Dios es quien da vigor a la semilla y fecundidad a la madre, y sólo Él pone -creándola- el alma. Por eso, otro padre de la Iglesia nos hace esta sugerencia bellísima: Cuando alguno de vosotros besa a un niño, en virtud de la religión debe descubrir las manos de Dios que lo acaban de formar, pues es una obra aún reciente (de Dios), al cual, de algún modo, besamos, ya que lo hacemos con lo que Él ha hecho. Así pues, la vida humana, desde su concepción posee valor divino, sagrado.

Y la vida del cristiano en gracia de Dios, todavía más: El historiador Eusebio de Cesarea narra que el mártir de Alejandría de Egipto, Leónidas, padre de Orígenes, al primero de sus siete hijos, uno de los más insignes talentos que tuvo la humanidad, gozoso por la admirable precocidad de semejante hijo, y dando gracias a Dios por habérselo concedido, mientras el niño dormía, se inclinaba sobre él y le besaba el pecho, pensando que en él habitaba el Espíritu Santo (Eusebio de C., Historia Eccl., 1, VI, c. II, 11). Este es el secreto de la vida sobrenatural del cristiano: el ser vitalizado por la gracia, es decir, por la acción del Espíritu Santo.

SAGRADA POR NATURALEZA

¿Qué resulta de la acción creadora de Dios con la participación de los padres, en la generación? Una imagen de Dios. Esta es la gran revelación sobre la naturaleza humana: Dios creó al hombre a su imagen (... ), varón y mujer los creó (Gen 1, 27). Esto -explica Juan Pablo II- es lo que se quiere recordar cuando se afirma que la vida humana es sagrada. Explica también que el Concilio Vaticano II afirme que el hombre es la única criatura que Dios ha querido por sí misma. Para Dios, todos y cada uno de los seres humanos poseen un valor excepcional, único, irrepetible, insustituible.

¿Desde cuándo? Desde el momento en que es concebido en el seno de la madre (Juan Pablo II, Enc. Redemptor hominis, nº. 13). Nuestra vida -enseña el Papa- es un don que brota del amor de un Padre, que reserva a todo ser humano, desde su concepción, un lugar especial en su corazón, llamándolo a la comunión gozosa de su casa. En toda vida, aún la recién concebida, como también incluso en la débil y sufriente, el cristiano sabe reconocer el sí que Dios le ha dirigido de una vez para siempre, y sabe comprometerse para hacer de este sí la norma de la propia actitud hacia cada uno de sus prójimos, en cualquier situación en que se encuentre.

Hoy, tras importantes hallazgos de la genética experimental y de la investigación filosófica y teológica, podemos y debemos mejorar aquella sentencia de Aristóteles -que hizo suya Santo Tomás- del siguiente modo: el embrión humano es algo divino en tanto que es ya un hombre en acto. Por minúsculo que resulte a nuestra mirada, encierra una estructura grandiosa, admirable, completísima, animada por un alma inmortal, que constituye un macrocosmos sagrado.

Estamos en peligro de perder la sensibilidad ante lo grandioso de la maternidad/paternidad. Cooperar con Dios en la procreación es intervenir activamente en un portentoso milagro, porque, en cierto sentido, es más milagro -dice Tomás de Aquino en Los cuatro opuestos- el crear almas, aunque esto maraville menos, que iluminar a un ciego; sin embargo, como esto es más raro, se tiene por más admirable. San Agustín queda incluso más admirado ante la formación de un nuevo ser humano que ante la resurrección de un muerto. Cuando Dios resucita a un muerto, recompone huesos y cenizas; sin embargo -explica ese grande del saber teológico- tú, antes de llegar a ser hombre, no eras ni ceniza ni huesos; y has sido hecho, no siendo antes absolutamente nada.

Si dependiera de nosotros que Dios resucitase a un muerto (pariente, amigo o desconocido), seguramente haríamos todo cuanto estuviera en nuestro poder, por costoso que resultase. Si Dios nos dijera: haz esto, y este hombre volverá a la vida; sentiríamos una emoción profunda y nos hallaríamos felices de ser cooperadores de un hecho portentoso, divino. Pues aún de mayor relieve es la concepción de un nuevo ser humano. De donde no había nada, surge una imagen de Dios.

SAGRADA POR SU FIN Y SENTIDO DIVINOS

Toda vida humana es fruto del amor de la Trinidad que llama a cada hombre (varón o mujer) a la eterna comunión gozosa con las tres Personas divinas (Cfr. Mt 25, 21.23). Toda persona ha sido ordenada a un fin sobrenatural, es decir, a participar de los bienes divinos que superan la comprensión de la mente humana (DS 3005).

Todos los seres humanos -dice Juan Pablo II- deberían valorar la individualidad de cada una de las personas como criatura de Dios, llamada a ser hermano de Cristo en virtud de la encarnación y redención universal. Para nosotros la sacralidad de la persona se funda en estas premisas. Y sobre estas premisas se funda nuestra celebración de la vida, de toda vida humana. En rigor, las actitudes hostiles a la natalidad no sólo son deficitarias en conocimientos de matemáticas (porque no advierten el tremendo problema que se avecina con el envejecimiento de la población) sino que también son in-humanas, y, por supuesto, absolutamente extrañas al cristianismo. Se requiere haber perdido de vista lo que el hombre es y el sentido de la vida, para caer en esa suerte de nihilismo que prefiere la nada al ser; o suscribir el paradójico hedonismo que desprecia los bienes eternos por mantener, a toda costa, algunas comodidades provisionales. Es preciso recordar que el problema de la natalidad, como cualquier otro referente a la vida humana, hay que considerarlo, por encima de las perspectivas parciales de orden biológico o sociológico, a la luz de una visión integral del hombre y de su vocación, no sólo natural y terrena, sino también sobrenatural y eterna (Pablo VI, Humanae vitae)

UN CRIMEN ABOMINABLE

La vida humana es, pues, tanto por su origen, como por su naturaleza, como por su fin o sentido, una criatura muy de Dios, muy especialmente suya. Atentar contra esa vida es atentar contra Dios, como desafiarle cara a cara. En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis (Cfr. Mt 25, 40). Estas palabras de Jesucristo nos hablan del punto inaudito al que llega su amorosa solidaridad con cada uno de nosotros. Respeta infinitamente nuestra libertad, pero quien la use contra su imagen -varón o mujer-, quiérase o no, la usa contra Dios mismo. Y ante Él, más que ante tribunales e historias humanas, habrá que responder.

Se comprende bien así que, por encima de intereses más bien inconfesables, la Iglesia de Cristo haya enseñado siempre -también hoy porque es verdad perenne-, que el aborto procurado es un crimen abominable: Dios, Señor de la vida, ha confiado a los hombres la excelsa misión de conservar la vida, misión que deben cumplir de modo digno del hombre. Por consiguiente, se ha de proteger la vida con el máximo cuidado desde la concepción; tanto el aborto como el infanticidio son crímenes nefandos (Vat II, GS 51,3). La cooperación formal a un aborto constituye una falta grave. La Iglesia sanciona con pena canónica de excomunión este delito contra la vida humana. "Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae" (CIC, can. 1398) es decir, "de modo que incurre ipso facto en ella quien comete el delito" (CIC, can 1314), en las condiciones previstas por el Derecho (cfr. CIC, can. 1323-24). Con esto la Iglesia no pretende restringir el ámbito de la misericordia; lo que hace es manifestar la gravedad del crimen cometido, el daño irreparable causado al inocente a quien se da muerte, a sus padres y a toda la sociedad.

El infanticidio (cfr. GS 51,3), el fratricidio, el parricidio, el homicidio del cónyuge son crímenes especialmente graves a causa de los vínculos naturales que rompen. Preocupaciones de eugenismo o de salud pública no pueden justificar ningún homicidio, aunque fuera ordenado por las propias autoridades (CEC 2268).

Se comprende que hay situaciones límite en las cuales surge la fuerte tentación de claudicar y matar o matarse. Ni el aborto procurado ni la eutanasia suicida son caprichos de sólo gente enajenada. Pero la comprensión y la compasión no pueden convertirse en cómplices de un asesinato. A la persona humana, su conciencia moral puede pedirle un acto de heroísmo al servicio de la dignidad de la persona y de la sociedad. Y las leyes civiles han de hacerse eco de ello. El Estado no puede eximirse de defender absoluta y positivamente la vida de sus súbditos en particular y de todos en general. Es una cuestión de bien común, fin esencial del Estado. Y esto se puede entender desde la mera razón jurídica, como muestra la Encíclica Evangelium vitae.

NO HAY VIDA HUMANA INÚTIL

Para el cristiano no hay vida humana inútil, por más que las apariencias sugieran lo contrario. Toda persona, cualquiera que sea su estado físico o psíquico, está eternamente llamada a ser eternamente feliz en el cielo. Aunque a veces cueste entenderlo, también el dolor entra en los planes de Dios y lo encamina al bien de los que le aman.

Una tribulación pasajera y liviana -dice el apóstol Pablo-, produce un inmenso e incalculable tesoro de gloria (2 Cor 4, 13-15). ¿Qué decir, pues, de una tribulación grave y duradera, como puede ser una vida con graves deficiencias físicas o psíquicas, tanto para quien la sufre como para quienes han de protejerla y mimarla? Somos pobres en palabras que expresen su grandeza y el honor eterno que alcanzarán. Considero, hermanos -insiste San Pablo-, que no se pueden comparar los sufrimientos de esta vida presente con la gloria futura que se ha de manifestar en nosotros (Rom 21, 8-18). El Apóstol se gozaba en sus sufrimientos, porque así cumplía en su carne una porción de lo que Cristo ha querido sufrir en su Cuerpo, que es la Iglesia, para el bien de sus miembros y de toda la humanidad (Cfr. 1 Cor 12, 27).

Por eso, la Iglesia -afirma el Papa- cree firmemente que la vida humana, aunque débil y enferma, es siempre un don espléndido del Dios de la bondad. Contra el pesimismo y el egoísmo, que ofuscan el mundo, la Iglesia está en favor de la vida.

Antonio Orozco Asociación Arvo. 



A eso de caer y volver a levantarte



A eso de caer y volver a levantarte
De fracasar y volver a comenzar
De seguir un camino y tener que torcerlo
De encontrar el dolor y tener que afrontarlo
A eso, no le llames adversidad, llámale entrenamiento que te llevará a la sabiduría.


A eso de fijarte una meta y tener que seguir otra
De huir de una prueba y tener que encararla
De planear un vuelo y tener que recortarlo
De aspirar y no poder, de querer y no saber, de avanzar y no llegar
A eso, no le llames castigo, llámale enseñanza.


                      
A eso de pasar días juntos
Días felices y días tristes
Días de soledad y días de compañía
A eso, no le llames rutina,
llámale acumular experiencia.


A eso de que tus ojos miren
Y tus oídos oigan
Y tu cerebro funcione
Y tus manos trabajen
Y tu alma irradie
Y tu sensibilidad sienta
Y tu corazón ame
A eso, no le llames poder humano,
llámale milagro divino
y agradece haberlos recibido.

Decálogo de la serenidad


1. Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin
querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.
2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto:
cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no
pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, sino a mí
mismo.
3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido
creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en
éste también.
4. Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin
pretender que las circunstancias se adapten todas a mis
deseos.
5. Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una
buena lectura: recordando que, como el alimento es
necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es
necesaria para la vida del alma.
6. Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a
nadie.
7. Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo
hacer, y si me sintiera ofendido en mis sentimientos,
procuraré que nadie se entere.
8. Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no
lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré
de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
9. Sólo por hoy creeré firmemente -aunque las
circunstancias demuestren lo contrario- que la buena
providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie
existiera en el mundo.
10. Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular
no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en
la bondad.
Puedo hacer bien durante doce horas lo que me
descorazonaría, si pensase tener que hacerlo durante
toda mi vida.

Autor: Juan XXIII

La esencia del ser


La esencia del Ser -- Juan XXIII



Sabrás del dolor y de la pena de estar con muchos, pero estar vacío.

Sabrás de la soledad de la noche y de la longitud de los días.

Sabrás de la espera sin paz y de aguardar con miedo.

Sabrás de la soberbia de aquellos que detentan el poder y someten sin compasión.

Sabrás de la deserción de los tuyos y de la impotencia del adiós.

Sabrás que ya es tarde y casi siempre imposible.

Sabrás que eres tú el que siempre da y sientes que pocas veces te toca recibir.

Sabrás que a menudo piensas distinto y que tal vez no te entiendan.

Pero sabrás también:

Que el dolor redime.

Que la soledad cura.

Que la fe agranda.

Que la esperanza sostiene.

Que la humildad ennoblece.

Que la perseverancia templa.

Que el olvido mitiga.

Que el perdón fortalece.

Que el recuerdo acompaña.

Que la razón guía.

Que el Amor dignifica...

Porque lo único que verdaderamente vale es aquello que está dentro de ti, y por encima de todo está Dios. Sólo tienes que descubrirlo y así, hallaras la verdadera Paz.

Oración a la Sagrada Familia de Jesús para la adopción espiritual de niños no nacidos


Dejen que los niños se acerquen a mí...

El Reino de Dios pertenece a los que son como ellos Mt. 19:14

Jesús, María y José
Los quiero mucho
Les pido por la vida
Del niño no nacido que
He adoptado espiritualmente
Y que está en peligro de ser abortado

Queridos Jesús, María y José
Les prometo rezar por este
bebé que he adoptado espiritualmente
durante estos 9 meses de mi año escolar;
para que él o ella pueda nacer
tal y como yo he nacido
para vivir una vida como hijo de Dios
para amarle y servirle a El.

El nombre de mi bebé es: ___________________

Las cinco denuncias de la "Evangelii Gaudium"


La exhortación apostólica Evangelii Gaudium (Nº 53-60) se ha convertido en el documento más importante de la reflexión económica de la DSI

Oración de la mañana




Señor, en el silencio de este día que nace,
vengo a pedirte paz, sabiduría y fuerza.

Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de amor.
Ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno.

Ver a tus hijos detrás de las apariencias,
como los ves tu mismo,
para así poder apreciar la bondad de cada uno.

Cierra mis oídos a toda murmuración.
Guarda mi lengua de toda maledicencia.
Que sólo los pensamientos que bendigan permanezcan en mi.

Quiero ser tan bienintencionado y bueno
que todos los que se acerquen a mi sientan tu presencia.

Revísteme de tu bondad señor
y haz que en este día yo te refleje.

Amén.

Oración por la dignidad de la vida



Señor Jesús, escucha nuestra oración,
Tú, que viniste al mundo para compartir nuestra vida,
Nuestras angustias y preocupaciones.
Nosotros queremos anunciar a todos los hombres
El Evangelio de la Vida, alentando a las mujeres
A que asuman con valentía defender la vida concebida.
Muestra el camino de la justicia y de la verdad
A quienes proponen el aborto como solución
A otros graves problemas de los adultos.
A los que no encuentran suficiente motivación para vivir
Y estropean sus vidas en los vicios y en las drogas,
Muéstrales que vale la pena asumir los desafíos
y luchar por vivir más dignamente nuestra vocación.
A los profesionales y científicos dales honestidad
Para que reconozcan objetivamente cuando hay vida humana
Y el derecho a nacer y desarrollar su vida plenamente.
Que nuestras familias y todas las que se inspiren en los valores cristianos,
Nos ayudemos mutuamente a ser santuarios de la vida,
Para que nuestro Dios sea enaltecido en el respeto a la dignidad
De todos y cada uno de los seres humanos.
Que María, nuestra madre, que asumió concebir a Jesús en su seno,
Nos acompañe en este camino: Dios te salve, María, llena eres de gracia…
Nuestra Señora de Luján: ruega por nosotros…

De Sacerdotes por la vida.

Oración por la paz del Papa Francisco



Oración por la paz

Jardines Vaticanos
Domingo, 8 de junio de 2014


Señor, Dios de paz, escucha nuestra súplica.

Hemos intentado muchas veces y durante muchos años resolver nuestros conflictos con nuestras fuerzas, y también con nuestras armas; tantos momentos de hostilidad y de oscuridad; tanta sangre derramada; tantas vidas destrozadas; tantas esperanzas abatidas... Pero nuestros esfuerzos han sido en vano. Ahora, Señor, ayúdanos tú. Danos tú la paz, enséñanos tú la paz, guíanos tú hacia la paz. Abre nuestros ojos y nuestros corazones, y danos la valentía para decir: «¡Nunca más la guerra!»; «con la guerra, todo queda destruido». Infúndenos el valor de llevar a cabo gestos concretos para construir la paz. Señor, Dios de Abraham y los Profetas, Dios amor que nos has creado y nos llamas a vivir como hermanos, danos la fuerza para ser cada día artesanos de la paz; danos la capacidad de mirar con benevolencia a todos los hermanos que encontramos en nuestro camino. Haznos disponibles para escuchar el clamor de nuestros ciudadanos que nos piden transformar nuestras armas en instrumentos de paz, nuestros temores en confianza y nuestras tensiones en perdón. Mantén encendida en nosotros la llama de la esperanza para tomar con paciente perseverancia opciones de diálogo y reconciliación, para que finalmente triunfe la paz. Y que sean desterradas del corazón de todo hombre estas palabras: división, odio, guerra. Señor, desarma la lengua y las manos, renueva los corazones y las mentes, para que la palabra que nos lleva al encuentro sea siempre «hermano», y el estilo de nuestra vida se convierta en shalom, paz, salam. Amén.

Las mejores frases del Papa Francisco sobre la familia


"Hoy la familia es despreciada, es maltratada, y lo que se nos pide es reconocer lo bello, auténtico y bueno que es formar una familia, ser familia hoy; lo indispensable que es ésto para la vida del mundo, para el futuro de la humanidad".

La familia cristiana, el matrimonio, nunca fue tan atacado como ahora, directamente o de hecho. Puede ser que me equivoca, pero que la familia está golpeada, que se la golpea y se la bastardea, se puede llamar familia a todo. ¡Cuánta familia herida! ¡Cuánto matrimonio deshecho! ¡Cuánto relativismo en la concepción del sacramento del matrimonio!

(Ante la situación de crisis de la familia hoy), ¿qué podemos hacer? Podemos hacer discursos, grandes declaraciones de principios, hay que hacerlos, ¿cierto? Tener las ideas claras: “esto que ustedes están proponiendo no es matrimonio, es una asociación”. A veces hay que decir las cosas muy claras. Pero la pastoral de ayuda, en este caso, debe ser cuerpo a cuerpo: acompañar. Y esto significa perder el tiempo. El gran Maestro de acompañamiento es Jesús.

Preparando los presentes para el dia del Profesor

Les compartimos algunas fotografías de la elaboración de llaveros que estamos haciendo para entregar a los docentes del establecimiento.
Gracias a la colaboración desinteresada de Maria de los Milagros,  por su tiempo y dedicación.







El comprador de los órganos de bebés abortados de Planned Parenthood: «Necesito 50 hígados más»

Cate Dyer, jefa ejecutiva de la empresa de biotecnología StemExpress –socia de Planned Parenthood para la compra y venta de órganos de bebés abortados– es la protagonista del más reciente video del Center for Medical Progress (CMP, Centro para el Progreso Médico).

StemExpress se dedica a adquirir órganos y tejidos de bebés abortados en cerca de 100 clínicas de Estados Unidos, entre ellas las de Planned Parenthood, para luego revendérlos a científicos.

Ex trabajadores de StemExpress han asegurado que esta organización paga entre 50 y 75 dólares a Planned Parenthood por cada órgano de bebé.

En el nuevo reportaje de CMP, una confiada Dyer aseguró a los actores que fingieron estar interesados en ser proveedores de StemExpress que conseguir “otros cincuenta hígados a la semana” la harían feliz.

Específicamente (necesitamos) tejido de hígado –explicó Dyer– porque esa es un área de gran demanda para nosotros”.

La jefa de StemExpress señaló que entre sus clientes “tenemos investigadores que esperan una eternidad, y quieren ciertas cosas, tú sabes, hechas perfectamente”.

Dyer destacó además que los pagos que realizan a las clínicas que les proveen de órganos y tejidos son económicamente beneficiosos.

¿Te parece que hay clínicas ahí afuera que han sido estafadas, que parece que están haciendo todo este trabajo para investigación y no ha sido rentable para ellos? Yo no he visto eso”, aseguró.

Sin embargo, reveló, muchas de las clínicas de abortos con las que trabajan no cumplen con condiciones básicas de salubridad.

“He visto problemas realmente desenfrenados con bacterias en algunas clínicas (se ríe). Algunas en las que tú te preguntas si ellos realmente deberían, tú sabes (se ríe)”, dijo, para luego asegurar que “he visto estafilococos salir de esas clínicas”.

Dyer destacó que su negocio de venta de órganos y tejidos de bebés abortadosdifícilmente alcanzará un tope en los próximos años.

“No creo que topen un límite de capacidad con nosotros por los próximos 10 años. Pienso que ustedes se sentirán seguros con esa perspectiva”, señaló.

Para la jefa de StemExpress este negocio “estará en constante crecimiento y nuestro crecimiento ha sido consistente. Y va a continuar creciendo desde esa perspectiva”.

La socia de Planned Parenthood lamentó que muchos de sus compradores parecieran “no querer saber de dónde provienen” los tejidos y órganos que les venden.

“Ellos están como ‘queremos extremidades, pero ni las manos ni los pies necesitan estar adjuntados’”, señaló, y recordó que en otras ocasiones sus compradores “quieren huesos largos, y quieren que les quites todo (...) asegúrate de que no sepamos qué es lo que es”.

Cuando se trata de tejido cerebral –“es increíblemente frágil”– prefieren enviar a sus clientes toda la cabeza. “Es la forma más fácil, y realmente hemos tenido un buen éxito con eso”, aseguró.

Dyer destacó además sus muy buenas relaciones con las directivas de Planned Parenthood, incluyendo a su presidenta, Cecile Richards.

“Creo que o estás en la causa o no estás. Si no estás en la causa, ellos no te necesitan alrededor. Ellos necesitan campeones y si no eres un campeón, deberías irte”, dijo.

“Las clínicas están muy resguardadas, como deberían estar. ¿A quién dejan dentro de su casa? Dejan a los campeones en su casa, ¿correcto?”.

Según Dyer aproximadamente el 50 por ciento de los órganos y tejidos que negocian provienen de Planned Parenthood. “Planned Parenthood tiene volumen, porque son una institución de volumen”, explicó.


lunes, 24 de agosto de 2015

ser profundamente libres

Creer en Jesús no significa estar encadenados sino ser profundamente libres, dice 

VATICANO, 23 Ago. .- Al presidir hoy el rezo del Ángelus, el Papa Francisco aseguró a los miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro que creer en Jesús no significa estar encadenado, sino ser profundamente libre.
El Santo Padre señaló que “creer en Jesús significa hacer de Él el centro, el sentido de nuestra vida.  Cristo no es un elemento accesorio: es el ‘pan vivo’, el alimento indispensable”.
“Ligarse a Él, en una verdadera relación de fe y de amor, no significa estar encadenados, sino ser profundamente libres, siempre en camino”.
Francisco se refirió al Evangelio de hoy y recordó que luego de que Jesús hablara sobre “que era el Pan bajado del cielo y que daba su carne como alimento y su sangre como bebida”, aludiendo a su sacrificio, algunos de quienes lo seguían quedaron desilusionados por considerar esas palabras “indignas del Mesías, no ‘exitosas’”.
“Algunos miraban a Jesús como a un Mesías que debía hablar y actuar de modo que su misión tuviera éxito, ¡enseguida!”, señaló el Papa, y aseguró que “precisamente sobre esto se equivocaban: sobre el modo de entender la misión del Mesías”.
El Santo Padre destacó que “ni siquiera los discípulos logran aceptar ese lenguaje, lenguaje inquietante del Maestro”.
“En realidad, ellos entendieron bien las palabras de Jesús. Tan bien que no quieren escucharlo, porque es un leguaje que pone en crisis su mentalidad. Siempre las palabras de Jesús nos ponen en crisis; en crisis por ejemplo, ante el espíritu del mundo, a la mundanidad”.
Sin embargo, destacó, “Jesús ofrece la clave para superar la dificultad; una clave hecha con tres elementos. Primero, su origen divino: él ha bajado del cielo y subirá allí donde estaba antes”.
“Segundo, sus palabras se pueden comprender sólo a través de la acción del Espíritu Santo, Aquel que ‘da la vida’. Y es precisamente el Espíritu Santo el que hace comprender bien a Jesús”.
Y el tercer elemento, señaló, es que “la verdadera causa de la incomprensión de sus palabras es la falta de fe: ‘hay entre ustedes algunos que no creen’, dice Jesús”.
Ante el alejamiento de muchos discípulos, dijo el Papa, “Jesús no hace descuentos  y no atenúa sus palabras, aún más obliga a realizar una opción precisa: o estar con Él o separarse de Él, y dice a los Doce: ‘¿También ustedes quieren irse?’”.
“Entonces, Pedro hace su confesión de fe en nombre de los otros Apóstoles: ‘Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna’. No dice: ‘¿dónde iremos?’, sino ‘¿a quién iremos?’”.
Francisco subrayó que “el problema de fondo no es ir y abandonar la obra emprendida, sino a quién ir. De esa pregunta de Pedro, nosotros comprendemos que la fidelidad a Dios es cuestión de fidelidad a una persona, con la cual nos enlazamos para caminar juntos por el mismo camino”.
“Y esta persona es Jesús. Todo lo que tenemos en el mundo no sacia nuestra hambre de infinito. ¡Tenemos necesidad de Jesús, de estar con Él, de alimentarnos en su mesa, con sus palabras de vida eterna!”.
A continuación, el Santo Padre invitó a los fieles a cuestionarse: “¿Quién es Jesús para mí? ¿Es un nombre, una idea, es un personaje histórico solamente? O es verdaderamente aquella persona que me ama, que ha dado su vida por mí y camina conmigo”.
“¿Para ti quién es Jesús? ¿Intentas conocerlo en su palabra? ¿Lees el Evangelio todos los días, un pasaje, del Evangelio para conocer a Jesús? ¿Llevas el Evangelio todos los días, en la bolsa, para leerlo, en todas partes? Porque cuanto más estamos con Él, más crece el anhelo de permanecer con él”.
Al finalizar, el Papa pidió a la Virgen María que “nos ayude a ‘ir’ siempre a donde Jesús, para experimentar la libertad que Él nos ofrece, y que nos consiente limpiar nuestras opciones de las incrustaciones mundanas y  de los miedos”.