jueves, 12 de marzo de 2015

Esto es la Doctrina Social los Padres de la Iglesia interpretaron muy bien el Evangelio

¿QUÉ ES LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA?
La DSI es un patrimonio de enseñanzas que se organizan sistemáticamente
La DSI abarca todos los campos en los que se desarrolla la convivencia humana
La DSI hunde sus raíces en la misma Historia de Salvación.
La DSI tiene su fundamento en la dignidad de la persona humana
La DSI tiene un carácter dinámico e histórico.
La DSI es parte esencial de la evangelización.
La DSI es especialmente para los católicos/as
La DSI más que una teoría se orienta a la acción.

¿Qué no es la DSI?
La DSI no es una doctrina política ni una doctrina económica
La DSI no es una ideología o corriente entre el capitalismo y el socialismo
La DSI no es un cuerpo de doctrina estática o inmutable

¿Cómo se elabora y aplica la DSI?: El contenido general de la Enseñanza Social de la Iglesia
La DSI nace del encuentro del Evangelio con la vida de los pobres: Origen de la DSI
Seguir el mensaje de Jesús nos lleva al encuentro del necesitado
La huella histórica de las primeras comunidades cristianas.
Los Santos Padres: El amor al necesitado, al pobre, es preferible a todo lo demás, incluso a la religión de cultos y templos vistosos: “No rechazarás al necesitado, sino que comunicarás con tu hermano” (Didajé IV,8); “¿Qué sentido tiene que las paredes de nuestros templos estén cubiertas de perlas, mientras Cristo muere de hambre en el pobre?” (San Jerónimo s. IV) ‚ Los bienes pertenecen también preferentemente a los que no tienen, el que posee bienes es sólo su administrador: “El pan que tu retienes pertenece a los hambrientos, el manto que tu guardas en tus armarios pertenece al que va desnudo; el calzado que se pudre en tu casa es del que anda descalzo. En resumen, eres injusto con aquellos a quienes pudiendo socorrer no socorres” (San Basilio s. IV) ‚ Porque todos los bienes son creación y donación de Dios para disfrute de todos los hombres. En esto consiste practicar la justicia: “El que no comparte sus bienes con los pobres comete un robo contra ellos y atenta contra su propia vida” (San Juan Crisóstomo s. IV); “El Señor Dios quiso que esta tierra fuera poseída en comunidad por todos los hombres, ofreciendo sus productos para el bien de todos, pero es la avaricia la que reparte el derecho de propiedad” (San Ambrosio s. IV); “No le das al pobre de lo tuyo, sino que le devuelves de lo suyo. Pues lo que es común y ha sido dado para el uso de todos, lo usurpas tú solo” (San Ambrosio) ‚ La propiedad y la apropiación de los bienes sin solidaridad es fuente de desigualdad y desórdenes sociales, de injusticia y de explotación de los pobres, de las gentes sencillas y trabajadoras: “El pobre desnudo gime a tu puerta y ni le miras siquiera (…) Te gozas en los adornos preciosos, mientras otros no tienen que comer (…) El pueblo tiene hambre y tú cierras los graneros (…) ¡Desgraciado quien tiene facultades para liberar tantas vidas de la muerte y no quiere!” (San Ambrosio); “Son los pobres quienes excavan el oro, a quienes después se les niega. Pasan fatigas para buscar lo que después nunca podrán poseer” (San Ambrosio) Doctrina Social de la Iglesia 12 ‚ Vivir en comunión y comunicación de bienes marca el estilo de vida y de relaciones sociales de los seguidores de Jesús; de tal modo que se equilibren y nivelen las desigualdades entre los pobres y ricos en el desarrollo de la vida social: “Dios creó el genero humano para la comunión y la comunicación de unos con otros, como Él empezó por repartir de lo suyo y a todos los hombres suministró su Logos común, y todo lo hizo por todos. Luego todo es común y no pretendan los ricos tener más que los demás. Así pues aquello de que ‘tengo y me sobra ¿por qué no he de gozar?’ no es humano ni propio de la comunión de bienes. Más propio de la caridad es decir ‘tengo, ¿por qué no dar a los necesitados?’. El que así sienta es perfecto, porque ha cumplido el mandamiento de amar al prójimo como a sí mismo (San Clemente de Alejandría s. III) ‚ El destino común de bienes está en consonancia con la comunión comunitaria y social del hombre: La “Basiliada” era un modelo de caridad colectiva: ¿Quién no sabe que el hombre es un ser sensible y social, no solitario y salvaje? Nada es tan propio de nuestra naturaleza como relacionarse unos con otros, tener necesidad unos de otros, amar lo que corresponde a la propia raza humana y compartir con todos el beneficio de la fe (San Basilio) ‚ La práctica de la denuncia marca también el compromiso de los responsables de la Iglesia de los primeros siglos y como tónica general, toman partido a favor de los débiles: La denuncia de las injusticias establecidas y amparadas a la sombra de las instituciones; la denuncia de la corrupción administrativa y de las fortunas que crecían al amparo de los cargos públicos; la denuncia de las desigualdades escandalosas entre un pequeño número de acaparadores y una masa ingente de pobres (San Juan Crisóstomo)


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