lunes, 30 de marzo de 2015

"Cuando lo hicisteis a uno de mis mínimos, a mi lo hicisteis"

San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte), doctor de la Iglesia 
Tratados sobre el Evangelio de San Juan, 50, 6-7
"A los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre"
    María (…) tomó una libra de perfume de nardo pístico, caro; ungió los pies de Jesús y con sus cabellos enjugó los pies de él, y la casa se llenó con el olor del perfume. Hemos escuchado el hecho; investiguemos el misterio. Tú, cualquiera que quieres ser una persona fiel, con María unge con perfume caro los pies del Señor. Ese perfume fue la justicia (…). Unge tú los pies de Jesús: viviendo bien, ve en pos de las huellas del Señor. Enjúgalos con los cabellos: si tienes cosas superfluas, da a los pobres y has enjugado los pies del Señor (…). Los pies del Señor pasan quizá necesidad en la tierra. En efecto, ¿de quiénes, sino de sus miembros (Ef 5,30), va a decir al final: «Cuando lo hicisteis a uno de mis mínimos, a mí lo hicisteis?» (Mt 25,40).

     Pues bien, la casa se llenó del olor, el mundo se ha llenado de la buena fama, porque olor bueno es la buena fama. Quienes viven mal y se llaman cristianos, hacen una injuria a Cristo; (…). Si por culpa de tales individuos se denuesta el nombre de Dios, mediante los buenos se loa el nombre del Señor. Escucha al Apóstol: Somos en todo lugar, afirma, olor bueno del Mesías (2 Co 2,14-15). También en Cantar de Cantares se dice: Perfume derramado es tu nombre (1,3).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.