viernes, 18 de septiembre de 2015

Los bienes materiales no nos aseguran el cielo por el contrario nos alejan

Salmo

Sal 48

R/.
 Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos


¿Por qué habré de temer los días aciagos, 
cuando me cerquen y acechen los malvados, 
que confían en su opulencia 
y se jactan de sus inmensas riquezas, 
si nadie puede salvarse ni dar a Dios un rescate? R/.

Es tan caro el rescate de la vida, 
que nunca les bastará 
para vivir perpetuamente 
sin bajar a la fosa. R/.

No te preocupes si se enriquece un hombre 
y aumenta el fasto de su casa: 
cuando muera, no se llevará nada, 
su fasto no bajará con él. R/.

Aunque en vida se felicitaba: 
«Ponderan lo bien que lo pasas», 
irá a reunirse con sus antepasados, 
que no verán nunca la luz. R/.

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